El pasado 6 de julio, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció que la calificadora Standard & Poor’s mejoró la perspectiva de negativa a estable de las finanzas de nuestro país, manteniendo la calificación de la deuda mexicana de largo plazo en moneda extranjera en BBB, dos niveles por encima del grado de inversión.

De acuerdo a esta empresa calificadora los indicadores para México, “se basan en las fortalezas y debilidades de su democracia, la cual ha generado estabilidad política y cambios regulares de gobierno en las últimas dos décadas».

En dicha calificación, la firma considera que el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la segunda mitad de su mandato de 6 años, continuará con una gestión macroeconómica cautelosa que ha limitado el aumento de la deuda y de los déficits, por lo que, para los siguientes años en México se proyecta un manejo responsable de las finanzas y estabilidad.

De esa manera, la calificadora destacó la prioridad del Gobierno de México en buscar políticas que mantengan la solidez de sus finanzas públicas y niveles de deuda por debajo de 50%, lo que permitirá continuar con un entorno de estabilidad macroeconómica.

Se hace referencia a la sólida posición externa de nuestro país y a sus equilibrios macroeconómicos, pues se señala como positivo el bajo déficit en cuenta corriente apoyado por los flujos de inversión extranjera directa, el tipo de libre flotación que facilita el acceso a los mercados financieros, y una política monetaria creíble, así como la relevancia de contar con un portafolio de la deuda principalmente local y diversificado.

A pesar del entorno global, la calificadora destacó la prudencia fiscal y monetaria esperada durante la presente administración y la estabilidad de la deuda pública como proporción del PIB

Esta mejora en la perspectiva, junto con la ratificación de la deuda soberana, permitirá continuar con un acceso favorable a los mercados internacionales y nacionales, además de que contribuye a que México sea un entorno favorable para la inversión.

En ese contexto, la política del Gobierno de la 4T nos ha permitido tener una hacienda pública sana y fuerte, ya que no hemos recurrido a deuda adicional a la aprobada en la Ley de Ingresos, no hemos tenido un problema de déficit como en administraciones pasadas, que gastaban más de lo que ingresaba.

Durante el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha actuado con justicia tributaria: los grandes contribuyentes ya no se benefician por encima del pueblo, ya no existen condonaciones de impuestos y quien más gana tiene el deber de contribuir más al gasto público.

Se terminó con la práctica de la evasión fiscal y sobre todo de la condonación de impuestos a políticos, grandes empresas, bancos, artistas, que no pagaban impuestos.

Durante estos casi 4 años de Gobierno se ha buscado erradicar los privilegios del pasado y establecer piso parejo para todos los contribuyentes; se ha trabajado con honestidad y en estricto apego a la ley sin discriminación, lo que ha propiciado buenos resultados.

Sin duda, esta postura refleja la confianza que hay en el país.