Al ser el cáñamo una variante de la planta cannabis, en el Senado de la República se construye un modelo para la regulación de ésta, para impulsar la economía social y las cadenas de valor de la planta, con productos como el cáñamo para su producción y comercialización.
Para el 2020, el Senado de la Republica aprueba la regulación de la marihuana, buscando combatir el consumo problemático del cannabis psicoactivo con un enfoque de salud pública, aplicando el reforzamiento de políticas y medidas de prevención.
En el 2021, la Cámara de Diputados aprueba la producción y consumo de cannabis con fines lúdicos, industriales y de investigación; al ser el cáñamo una variante de la planta cannabis, en el Senado de la República se construye un modelo para la regulación de ésta, para impulsar la economía social y las cadenas de valor de la planta, con productos como el cáñamo para su producción y comercialización.
En ese contexto, México podría convertirse en la próxima potencia mundial en materia de uso industrial del cáñamo. El valor de la industria se estimó en cerca de 5 mil 700 millones de dólares durante 2020 y podría llegar a 24 mil millones de dólares para 2026.
32 países permiten legalmente la producción de cáñamo y han desarrollado importantes industrias vinculadas. China produce más de la mitad del cáñamo a nivel mundial vinculada a la industria textil y a la exportación; en América Latina solamente Chile y Uruguay producen legalmente cáñamo industrial.
El 80 por ciento del territorio nacional es apto para el cultivo del cáñamo.
Este cultivo, acompañado de una política integral para el desarrollo de esta industria, puede generar enormes beneficios para el combate a la pobreza de amplias regiones del país.
El uso del cáñamo abarca la producción de jabones, aceites y lubricantes, fibra para uso en ropa, ladrillos, papel artístico, bolsas para té, billetes y biocombustibles; además en temas de nutrición se obtienen semillas y aceite de cañamón.
México tiene excelentes condiciones ambientales, abundante mano de obra calificada y cercanía con Estados Unidos y Canadá, que son mayores importadores de productos derivados del cáñamo.
Con esa expectativa, México podría convertirse en la próxima potencia mundial en materia de uso industrial del cáñamo y ser una fuente significativa de empleos y recaudaciones de impuestos fortaleciendo el desarrollo agroindustrial del campo mexicano.
Por ello, la nueva ley que se prepara en el Senado está enfocada en la comercialización, investigación, así como la producción de cáñamo con propósitos industriales.