Hablar de gobiernos humanos es remitirnos al concepto de bioética como parte de un conjunto de políticas que busca el reconocimiento de los derechos sociales, mediante la protección de las personas en entornos de riesgo climático y sanitario, protegiendo los recursos o bienes públicos, que forman parte de los ecosistemas para satisfacer las necesidades de la población para garantizar a las personas un espacio habitable.
Para la Comisión Nacional de Bioética, “ésta es la rama de la ética aplicada que reflexiona, delibera y hace planteamientos normativos y de políticas públicas para regular y resolver conflictos en la vida social, especialmente en las ciencias de la vida, así como en la práctica y en la investigación médica que afectan la vida en el planeta, tanto en la actualidad como en futuras generaciones”.
En ese contexto, hace un mes y recientemente el pasado fin de semana en Teziutlán, tuve la oportunidad de presentar mi tesis doctoral Por Amor A Puebla que consiste en una visión de estado para lograr una transformación pacífica y democrática.
Esta tesis está fundamentada en ordenamientos nacionales y estatales para dotar de certeza jurídica a las acciones contempladas en el documento en el alcance de lo que se ha denominado Gobierno Humano como parte de una aspiración en un marco de justicia social.
En este contexto, reconozco el modelo propuesto por el Gobernador del Estado Luis Miguel Barbosa Huerta, de agrupar a los municipios de la entidad en 32 regiones socioeconómicas, buscando un equilibrio regional, privilegiando a los pueblos originarios y su riqueza cultural.
Así, el desarrollo de los gobiernos humanos involucrar tres dimensiones para lograr la eficiencia y la eficacia en la atención de las necesidades sociales: Seguridad, Justicia y Riqueza Comunitaria
En el primer punto no es únicamente eliminar la inseguridad, es también generar las condiciones que garanticen la seguridad: patrimonial, laboral, alimentaria, certeza jurídica, seguridad de todos los derechos humanos.
En tanto, la segunda dimensión se enfoca en más allá de integrar a los jueces, magistrados ministerios públicos y subalternos, se debe incluir la justicia social, la justicia comunitaria, la justicia en el ejercicio de los derechos procurar la justicia para todos.
Un aspecto fundamental en el combate a la marginación y la pobreza, es que en esa tercera dimensión el gobierno debe facilitar la generación de riqueza, generar, cuidar y articular las cadenas de producción en los sectores primario, secundario y terciario impulsando a las micro, pequeñas y medianas empresas
Sin duda, la perspectiva es elevar el desarrollo sostenible de Puebla para satisfacer las necesidades del presente, implementando la bioética social, trayendo al estado justicia, seguridad y, así reducir los niveles de desigualdad de las comunidades del Estado por Amor a Puebla.
Esa tesis doctoral es resultado del transitar en el servicio público y en los cargos de representación popular que he tenido el honor de encabezar en más de 30 años de carrera, pues me ha tocado escuchar a las y los poblanos, conociendo sus necesidades e identificando las problemáticas que nos aquejan como habitantes de este Estado pluriétnico, cosmopolita y pluricultural.
La tarea continúa pues toda perspectiva ética y bioética debe considerar el desdoblamiento de proyectos estratégicos sustentados en 2 postulados esenciales que son la búsqueda de justicia y el ejercicio de la protección universal de los derechos humanos.