El morenista Alejandro Armenta será el presidente del Senado por el próximo año, para el cual aseguró que se comportará con institucionalidad.

Alejandro Armenta es una de las principales figuras políticas en el Senado, pues durante un año será el presidente de la Mesa Directiva de dicha cámara legislativa, y eso lo sabe bien el morenista, quien desde su teléfono lleva el conteo de las horas y minutos que le faltan para finalizar su cargo.

“Estoy concentrado y como soy productor agrícola, creo que lo que se siembra, se cosecha. Cosechamos la posibilidad de estar en la Mesa Directiva, porque sembramos. Me quedan 338 días con 3 horas y 31 minutos como presidente de la Mesa Directiva, y llevo 1,486 días, con 20 horas y 29 minutos como senador”, dijo a Forbes México.

El presidente del Senado forma parte de la bancada de Morena, la cual en agosto mostró públicamente que había diferencias entre los senadores de este partido, pues unos reclamaban que el coordinador del grupo parlamentario, Ricardo Monreal, estuviera alejado del presidente Andrés Manuel López Obrador, y otros más lo apoyaban frente a la ausencia de secretarios de Estado en la reunión parlamentaria.

“En las bancadas siempre hay puntos de vista, pero no hay división en el grupo parlamentario (de Morena), no hay división. Todos traemos un mismo origen: llegamos con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Puede haber diferencias internas normales, pero no estamos divididos. La unidad no significa incondicionalidad, sometimiento”, respondió el senador Alejandro Armenta.

¿Cómo se ha sentido como presidente?

Ya es un mes. Voy contando los días porque los estoy disfrutando plenamente. Es una enorme responsabilidad y para mí es una consolidación política, llevo 32 años en la vida política. Empecé el 23 de mayo de 1990. Es una etapa muy bonita.

¿Cuáles son los temas para este periodo?

Este periodo siempre viene con un acento en materia presupuestal, financiera, porque durante este mes se presenta el Paquete Económico, el que normalmente impone agenda; la glosa del Informe del presidente al instalarse el Congreso General, y las comparecencias para revisar el estado que guarda la Administración Pública. Los temas centrales: seguridad, economía, salud.

Desde luego vamos a atender en los próximos días la minuta que nos envió la Cámara de Diputados para la temporalidad del respaldo de las Fuerzas Armadas a la seguridad que realiza la Guardia Nacional.

Han habido críticas a los presidentes de las mesas directivas del Congreso porque a veces les gana más la militancia partidista, ¿cómo se comportará en la Mesa Directiva y frente a la oposición?

Digo que hay que comportarse con apego a la ley y con apego a la ley todos los senadores nos debemos de comportar. La Mesa Directiva es el árbitro, es el que administra la participación.

El artículo 66 constitucional define como trabajo esencial preservar la inviolabilidad de los derechos de los senadores como tarea central del presidente del Senado. ¿Qué significa preservar la inviolabilidad? Que se respete el derecho que tiene el legislador de manifestarse, de participar.

Eso es lo que tenemos que hacer. Soy respetuoso de la opiniones de todos. Soy demócrata (…) entiendo lo que es la participación política, la conciliación, la reconciliación, el diálogo, pero también la competencia. En esa lógica mi obligación es mantener la visión republicana en la Mesa Directiva.

Su designación fue un poco confrontada. Se votaron tres veces, ¿qué le dice eso?

Más bien mi elección puramente democrática, porque no fue designación: fue transparente, todo mundo la vio. Es la primera vez que ante el escrutinio político se da a conocer una proceso interno de Morena para elegir.

Qué bueno que se llegó a la tercera votación, porque si en la primera se hubiera impuesto la Mesa y les hubiera dicho ‘no, hubo legalidad’, hubiera quedado la duda. Si hubiera habido cinco o seis elecciones, está bien. La democracia así es.

Cuando fue la plenaria de Morena faltaron secretarios de Estado y eso llevó a que se visualizará que hay división en Morena en el Senado. ¿La división sigue en la bancada?

En las bancadas siempre hay puntos de vista, pero no hay división en el grupo parlamentario (de Morena), no hay división. Todos traemos un mismo origen: llegamos con el presidente Andrés Manuel López Obrador. Puede haber diferencias internas normales, pero no estamos divididos. La unidad no significa incondicionalidad, sometimiento.

Somos seres humanos que pensamos, que podemos tener opiniones distintas, pero tenemos cohesión. Te lo digo como como miembro del grupo parlamentario (de Morena) del Senado. Acompañamos a AMLO en la plataforma de la Cuarta Transformación.

Cuando lo eligen para presidir la Mesa Directiva, los senadores de Morena le piden que busque acercamientos como el presidente López Obrador, ¿cómo va eso?

Ya le pedimos al secretario de Gobernación. El secretario dijo que sí, que en los próximos días. Estamos pendientes.

¿Como integrante de Morena, a quién apoya Alejando Armenta para la candidatura para la Presidencia?

Yo tengo claro que es un proceso que va a venir avanzando, y la o él que resulte electo del partido (lo apoyaré). No tengo contenientes favoritos. Estoy en un momento en el que cualquier cosa que diga será usado en mi contra. Es un momento (en el que) todo mundo anda con una sensibilidad, porque es entendible. Es un momento en el que cualquier comentario, señalamientos se puede interpretar desde diferentes ángulos.

Como presente de la Mesa (Directiva) no puedo, me abstraigo de generar, porque no juego un papel partidario. Todo este año mi papel es gubernamental. Tengo que ser muy prudente para no lastimar ni a mis compañeros que pueden tener preferencias ni a quienes tienen un derecho legítimo a participar.

¿Cuando termine su periodo legislativo, buscará la candidatura para ser gobernador de Puebla?

Estoy concentrado y como soy productor agrícola, creo que lo que se siembra, se cosecha. Cosechamos la posibilidad de estar en la Mesa Directiva, porque sembramos. Me quedan 338 días con 3 horas y 31 minutos como presidente de la Mesa Directiva, y llevo 1,486 días, con 20 horas y 29 minutos como senador.