Nos encontramos en un momento en el que, si bien es cierto, se ha luchado por brindar atención médica a las personas con discapacidad a través de programas sociales, sin embargo, no se ha logrado cubrir el 100% de las necesidades.

En el caso de las personas con discapacidad, están a expensas de que los padres o familiares puedan afiliarlos a algún tipo de seguro o bien, a que tengan la oportunidad de participar en algún programa.

Por ello, se busca que tengan acceso a la seguridad social, para así garantizar el derecho a la salud y, que reciban atención en los hospitales de seguridad social aun sin ser derechohabientes.

De acuerdo a su definición, la seguridad social es una institución nacida de la solidaridad humana, que se manifiesta en la reacción de ayudar a personas o grupos en estado de necesidad y, la discapacidad se entiende como la falta o limitación de alguna facultad física o mental, que imposibilita o dificulta el desarrollo normal de la actividad de una persona.

Estas personas sufren diariamente discriminación al momento de querer acceder a servicios y atención relacionados con la salud; por ello, es importante considerar que tienen las mismas necesidades y por supuesto, los mismos derechos que cualquier otra persona, por lo que se les debe brindar acceso a los servicios necesarios de atención.

Ante eso, trabajamos en el Senado de la República una iniciativa que presenté el pasado 4 de octubre, cuya finalidad es garantizar la atención adecuada, digna y de calidad a las personas con discapacidad.