En las últimas dos semanas, fuimos testigos de dos marchas importantes que han sentado precedente en el contexto de la Cuarta Transformación y que, sin duda, se centraron en el poder de convocatoria y de convencimiento hacia el proyecto de Nación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador y los gobiernos de Morena, caso específico el del estado de Puebla.

En el marco de los 4 primeros años de gobierno, el presidente López Obrador hizo un llamado a las y los mexicanos para que lo acompañarán a esa marcha ciudadana donde acudieron más de un millón de personas de diversos puntos del país, mostrando su convicción a la manera en que se está conduciendo al país.

Mención especial merece el mensaje final del presidente López Obrador al calificar al modelo de gobierno como Humanismo Mexicano, destacando frases célebres como “Nada humano me es ajeno” con la idea primordial de que la esencia de su proyecto se fundamenta en nuestra grandeza cultural milenaria y en la riqueza de nuestra historia; reafirmando que “por el bien de todo, primero los pobres” como emblema de su esquema fundamental que invita a un desdoblamiento en los 22 estados donde Morena gobierna para sentar precedente de la transformación que enarbolan.

Como reforzamiento de esa movilización ciudadana, en Puebla el mandatario Miguel Barbosa puso el ejemplo a nivel nacional, refrendando que la entidad es obradorista y, que es un frente importante para la derecha con un gobierno de izquierda.

El liderazgo mostrado por el gobernador Barbosa es muestra de que en Puebla creemos en la democracia, la defensa de los derechos humanos y la búsqueda de la justicia social, convocatoria real para reunir a miles de ciudadanas y ciudadanas convencidos de que cada paso que dieron en esta marcha en las calles citadinas son reflejos de esa apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador.

Estos dos eventos nos llevan a reflexionar sobre la gran oportunidad que tenemos de honrar los principios de la Cuarta Transformación de cara al servicio que otorgamos en diferentes trincheras, los que orgullosamente formamos parte de este gran movimiento.

No mentir, no robar y no traicionar son compromisos que tenemos con las y los mexicanos que nos dieron la confianza hace 4 años al votar por lo que representa el Movimiento de Regeneración Nacional, principios cuyo objetivo es lograr un cambio verdadero, es decir, “que se garantice a todas las y los habitantes del país una vida digna, con derechos plenos; que se realice la justicia, se viva sin temor y no haya exclusiones ni privilegios” tal como se expone en el ideario de nuestro partido.

Por ello, las marchas nos comprometen a esa construcción de la democracia donde se le da voz al pueblo y, sobre todo, validan su participación en la vida política del país.