Separar el poder político del poder económico es una de las máximas de la Cuarta Transformación que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador y que tiene como objetivo que los gobiernos atiendan a todos, a pobres y a ricos en un esquema de justicia social.

Ese el objetivo central del humanismo que menciona el presidente López Obrador, traducido en un país con la infraestructura necesaria para el desarrollo y con un rostro social a través de la bioética que atienda los derechos humanos fundamentales como la vida, la salud, la educación, la alimentación y el derecho a la identidad, entre otros.

Ese humanismo mexicano nos permite visualizar un clima de confianza para este 2023 que estamos iniciando, donde las proyecciones económicas son alentadoras ante un escenario de justicia tributaria y del crecimiento de los ingresos a pesar del impacto de la post pandemia y de la crisis petrolera por la guerra entre Rusia y Ucrania.

En esa lógica, la estrategia de estabilizar el precio de los combustibles, evitó un incremento mayor de la inflación en nuestro país y contribuyó, sin duda, a la estabilización del peso mexicano; permitiendo que el país tenga solvencia económica.

La disciplina económica y financiera como Nación, le permitió al Presidente de la República disminuir la deuda externa que creció brutalmente del 2000 al 2018 de 1.3 a 10.8 billones de pesos y, de manera trascendente, contundente y oportuna, el gobierno federal logra una renegociación de la deuda que va a permitir al próximo presidente pagar hasta el 50 por ciento del servicio de la deuda; por lo cual la expectativa de crecimiento del país es alentadora.

En ese compromiso de humanismo es como cada estado de la República Mexicana debe contribuir a la construcción de mejores condiciones de vida pues somos parte de la Nación; los poderes públicos, los órdenes de gobierno en sus tres niveles, el Poder Legislativo y el Poder Judicial, tienen una tarea en el marco del fortalecimiento del Estado Mexicano que, en términos de la Cuarta Transformación, implica esta tesis que el Presidente de la República plantea como Humanismo Mexicano.

En este contexto, en el marco de la Agenda Legislativa, los grupos parlamentarios de la Cuarta Transformación en el Senado de la República, hemos implementado con las reformas constitucionales a lo largo de 4 años, un acompañamiento que le han dado fortaleza y consolidación a la atención de los principales temas sociales a favor de las y los mexicanos.