En nuestro país contamos con un sistema de organización política donde tanto la Cámara de Senadores como la de Diputados cuentan con la potestad de dictar, analizar y procesar las iniciativas de ley que se desahogan como parte del trabajo del Congreso de la Unión.
Es importante señalar que la coordinación bicameral cuida la autonomía de cada una de las cámaras, pues el objetivo es equilibrar la fuerza del Ejecutivo con el Congreso, moderando la aprobación de los asuntos parlamentarios por parte de las y los diputados y, de las y los senadores para propiciar el reforzamiento de las iniciativas; así como para facilitar el diálogo plural propiciando la mediación entre las instancias involucradas.
De acuerdo al Sistema de Información Legislativa, nuestro país adoptó el régimen bicameral en la Constitución Federal de 1824, inspirado en el modelo norteamericano; en nuestro caso dicho régimen tiene como fundamento la conformación del Senado de la República con la representación de las entidades federativas y de la Cámara de Diputados con la representación del Pueblo.
Con ese firme compromiso de trabajo coordinado, en la actual legislatura impulsamos retomar las iniciativas que requieren de la aprobación de las 2 cámaras para concretar su aplicación en beneficio de las y los mexicanos.
La buena disposición del presidente de la Cámara de Diputados, Santiago Creel Miranda ha permitido el establecimiento de mesas de trabajo para revisar y acordar los asuntos prioritarios que deben agilizarse en su aprobación, por parte de una cámara y de la otra, en aras de despresurizar los pendientes que durante muchos años han sido parte del Congreso de la Unión.
La voluntad y el interés mutuo en el pueblo de México son parteaguas en este trabajo coordinado con la Cámara de Diputados para abatir el rezago y el burocratismo en cerca de 900 minutas que deben ser analizadas y desahogadas para que las Iniciativas de Ley tenga su debida aplicación.
A través de una Comisión Permanente, integrada por ambas cámaras del Congreso de la Unión, se analizarán y determinarán los temas relevantes, priorizando aquellos que requieran salida rápida para desahogar en los espacios correspondiente en la Cámara Alta y en la Cámara de Diputados, sea el caso.
Entre los temas figuran una reforma constitucional de protección y desarrollo sostenible al medio ambiente, las nuevas legislaciones como la Ley de Economía Circular y la Ley de Fomento de la Cocina Mexicana; en tanto que las minutas que se remitieron a la Cámara de Diputados, se refiere a la protección de mujeres víctimas de violencia familiar; a la participación de los jóvenes en asuntos públicos; a la eficiencia del servicio público de carrera, a temas de salud como la prevención del suicidio y el registro nominal de vacunación.
Trabajaremos en la imprescriptibilidad de los delitos sexuales contra menores de edad, en la obtención de la pensión por viudez, en los derechos de las mujeres privadas de la libertad con hijos e hijas, además de la penalización de quien lesiona con sustancias químicas o ácido, las reformas relativas a la defensa de derechos de los pueblos afroamericanos y los derechos de lactancia, entre otras.
El trabajo será arduo pues se requiere de la revisión de las minutas anteriores a la LXIV Legislatura que deben ser desechadas por acuerdo de la Mesa Directiva; el compromiso es discutir y, en su caso, aprobar una minuta por semana, consultando con la Junta de Coordinación Política las que tienen consenso.
Realizaremos en la última semana de marzo, la tercera reunión entre Mesas Directivas de ambas cámaras para dar cumplimiento a las y los mexicanos que depositaron su confianza en abono de mejores condiciones para las familias.