A 85 años de la Expropiación Petrolera es importante recordar que, por encima del pueblo, nadie; siendo la soberanía nacional el estandarte de respeto a nuestros recursos naturales y minerales estratégicos para generar desarrollo en nuestro país con la separación del poder político del poder económico tal como lo expresa el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En ese contexto, se realizó la marcha convocada por el gobierno de México que se convirtió en un acto nacional donde se concentraron habitantes de Aguascalientes, de Baja California, de Baja California Sur, de Campeche, de Chiapas, Chihuahua, Ciudad de México, Coahuila, Colima, Durango, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas para recordar los cimientos de nuestra soberanía energética.
Una lucha que orienta recursos y esfuerzos para alcanzar la autosuficiencia alimentaria y la autosuficiencia energética, sin olvidar la garantía de la soberanía petrolera, con la expectativa de que en el 2024 se pueda procesar nuestra materia prima, para no depender de la compra de gasolina ni diésel, ni otros petrolíferos en el extranjero; se fortaleció la tarea con la Refinería de Dos Bocas, la rehabilitación de 6 refinerías más y la adquisición de Deer Park que nos abre un panorama alentador de autonomía nacional en este tema.
El fortalecimiento de la Comisión Federal de Electricidad y de la empresa pública encargada de administrar la industria eléctrica con la rectoría del litio, mineral estratégico utilizado en la construcción de baterías para autos eléctricos y sistema de almacenamiento para las energías limpias, aseguran la consolidación de nuestra soberanía.
A 85 años de la expropiación petrolera, el gobierno de la 4ª Transformación da muestras de que la distribución equitativa de la riqueza nacional debe estar a disposición primero del pueblo, sin intervención de intereses particulares; por eso se combate la corrupción, se implementó un gobierno austero y sin lujos, con una focalización de los recursos al financiamiento de los programas de bienestar como la pensión a los adultos mayores, el apoyo a las personas con discapacidad, a madres solteras, a campesinos y pescadores, becas a estudiantes de familias pobres, Internet para Todos, programas de mejoramiento y construcción de vivienda, créditos a la palabra, fertilizantes y los precios de garantía para los pequeños productores del país y el Banco de Bienestar, esquemas de respaldo a quienes menos tienen.
En la antesala de la consolidación de la soberanía energética y financiera, dichos ahorros por no permitir la corrupción ni los derroches presupuestales, han sido parteaguas para evitar más deuda, frenar los incrementos de los impuestos y mantener sin aumento el precio de las gasolinas, el diésel, el gas y la luz; se está avanzando y aún hay mucho por hacer.