Hasta el 2022, de acuerdo a los resultados del último censo, la población económicamente activa en el país, fue de 99,515,795 personas, de los cuales, el 60.4 por ciento cuenta con un empleo o actividad laboral. Para el Estado de Puebla, encontramos que para el mismo periodo había 5,058,591 personas en edad de trabajar, sin embargo, 3,016,552 son considerados económicamente activos, es decir que solo el 59.6 por ciento cuenta con un empleo o desarrolla alguna actividad laboral.
De continuar esta tendencia, para el cierre de este 2023, la tasa de población laboral en el estado de Puebla, se estima sea de 61 por ciento, lo cual significa que, en promedio 3,090,195 personas cuentan con un trabajo.
Estos indicadores nos llevan a revisar, el comportamiento de la tendencia laboral con un enfoque de perspectiva de género en el estado de Puebla, es decir, cómo se distribuye el empleo entre hombres y mujeres; en ese marco, encontramos que el sector masculino acapara el 60.4 por ciento de participación laboral, mientras que la mujer ocupa solo el 39.6 por ciento.
Esto refleja que en la entidad los hombres siguen siendo el soporte económico dentro del núcleo familiar, al tener una tendencia favorable dentro de la población económicamente activa, lo que quiere decir, que el 44.1 por ciento, de la población femenina, se encuentran desarrollando otras actividades fuera del ámbito laboral, o que simplemente no trabaja, porque estudia o se dedican a las labores del hogar.
También, podemos advertir que existen factores que impiden el desarrollo de la mujer en el ámbito laboral, que van desde la situación económica, religión, ideología y educación, entre otros, que pueden impedir el crecimiento de la mujer dentro de la población económicamente activa, agravando los problemas de desigualdad en este campo laboral.
Revisando los datos del cuarto trimestre del 2022, reflejados en la estadística que muestra el INEGI, nos muestra que las personas ocupadas en el estado de Puebla, tenían una percepción salarial promedio de 3 mil 825 pesos, de acuerdo al salario mínimo estipulado en ese tiempo; sin embargo, al hacer una clasificación de las personas por ocupación o empleo formal e informal, hallamos que del total de la población económicamente activa, el 72.9 por ciento se encuentra en actividades informales, es decir en negocios no establecidos o ejerciendo algún oficio, cuyo salario promedio es de 3 mil 221 pesos, lo cual contrasta con las personas que se encuentran prestando sus servicios dentro de una empresa, en donde el salario que perciben oscila entre los 5 mil y los 5 mil 300 pesos, con prestaciones de Ley.
En conclusión, el panorama laboral del Estado de Puebla, requiere de un especial interés de las autoridades, quienes deberán de enfocar sus reflectores a desarrollar esquemas inmediatos que permitan de manera emergente ayudar a la población desempleada, con necesidades básicas que cubrir y cuyo sector se convierte en un grupo vulnerable y presa fácil para los grupos delictivos, que de manera fácil los pueden sumar a sus filas ante sus carencias.
Esto también, debe obligar a las autoridades a generar políticas sociales que permitan la generación de empleo, para captar a este sector de la población y focalizar con tiros de precisión, el restablecimiento del núcleo social, que coadyuve a disminuir los índices delictivos que afectan a la población y generan un ambiente de inestabilidad, inseguridad y violencia, que ha sido una queja permanente de la población.