Prevenir la contaminación y cuidar la calidad del aire, resulta un asunto de vital importancia para todos, no poner el cuidado y atención suficiente a estos temas nos llevaría a enfrentar impactos negativos en el medio ambiente que repercutirán en los procesos de salud Pública de las próximas generaciones.
Hasta el año pasado, un análisis comparativo de la calidad del aire en la zona metropolitana para el valle de Puebla, reveló que los índices de contaminación mostraban un incremento, especialmente en la zona metropolitana en donde las partículas de monóxido de carbono, dióxido de azufre y dióxido de nitrógeno han comenzado a elevarse por encima de los estándares permitidos.
El proceso del cuidado del medio ambiente nos involucra a todos por igual, nadie puede estar fuera de esta dinámica, si bien es cierto, las autoridades hacen su parte con la creación de planes y programas de regulación de emisión de gases contaminantes, la población también deberá de poner otro granito de arena para contribuir en esta tarea.
La problemática ambiental ha llevado a los estados a unir esfuerzos y a crear la denominada Megalópolis, conformada por Puebla, Hidalgo, Estado de México, Ciudad de México, Morelos, Querétaro y Tlaxcala, entidades que desde el 2007, han invertido en sistemas para el monitoreo de la calidad del aire, son 249 estaciones, repartidas en 103 ciudades y zonas metropolitanas de la región centro del país.
En este contexto, las políticas públicas del cuidado del medio ambiente hacen su trabajo, por lo que esta problemática social debe generar la participación ciudadana, se hace también importante en los procesos de prevención, que los ciudadanos se involucren en los planes y programas de cuidado y preservación del medio ambiente, con el desarrollo de campañas de reforestación y denunciar las practicas de tala y deforestación de manera ilegal en el Estado, para que la medida de lo posible se vaya observando una reducción en los procesos de contaminación en el Estado de Puebla.
