La exploración de nuevos elementos naturales, para el desarrollo industrial y el uso de materia prima que se pueda reciclar, sin dañar el medio ambiente, es un proceso que especialistas en México, analizan con el objetivo de reducir la contaminación por la elaboración de productos cuyo proceso en la actualidad produce emisiones elevadas de monóxido de carbono.
En otros países, han encontrado en la fibra de cáñamo diferentes usos en el ramo industrial, textil y medicinal; cuyo procesamiento es menos agresivo al medio ambiente y por ser materia prima renovable del cual se puede obtener biocombustibles, alimentos cosméticos, autopartes, fibras para ropa, celulosa, materia prima para la construcción y propiedades sustitutas del plástico.
Investigaciones sobre su producción y cultivo revelan que el cáñamo necesita 90 por ciento menos del agua que se utiliza para la producción de algodón y se estima que genera 2.5 veces más cantidad de fibra para su uso textil, pues es considerado con mayor resistencia y con mayor suavidad.
En otros usos, del cáñamo, se puede producir la misma cantidad de papel, con la que se obtiene de cuatro hectáreas de árboles y su producto se puede reciclar de 7 a 8 veces. En materia industrial, su aceite, tiene propiedades para la producción de pinturas y su procesamiento no es tóxico y no daña al ambiente.
También se utiliza para la elaboración de biocombustible que sustituyen a la gasolina y es utilizado principalmente en motores a diésel, pues su combustión no produce gases peligrosos como el monóxido de carbono que daña la capa de ozono y genera altos índices de contaminación.
En México, se analiza la viabilidad de aprovechar el cáñamo como materia prima, con el fin de buscar el cuidado del medio ambiente, así como la conservación de recursos naturales, explorando nuevos productos, los cuales sean renovables y que permitan el desarrollo industrial en nuestro país.
