El problema de escasez de agua en nuestro país, es un tema que está cobrando gran importancia entre los reclamos de la población. El desabasto del líquido, sin duda, prende las alarmas de la población. Sin embargo, todos juntos debemos hacer frente a esta situación, impulsando prácticas y tácticas para su cuidado y conservación.
Debemos impulsar valores entre las nuevas generaciones, jóvenes, niños, niñas, para frenar el desperdicio y buscar mecanismos para su ahorro. Resultan preocupantes las advertencias que hace algunos años está haciendo la Comisión Nacional del Agua, quien ha informado que el 40 por ciento del líquido se pierde en los procesos de abasto a la población.
Especialistas refieren que en el estado de Puebla se están agotando los mantos acuíferos, por eso es importante reflexionar sobre el uso del líquido, su utilidad empresarial, comercial y del hogar. Todos juntos tenemos que hacerle frente al problema para rescatar los recursos naturales que hay en nuestro planeta.
En Puebla, tenemos que preocuparnos por comprometernos con el medio ambiente y cuidar más las descargas en los afluentes de los ríos, Atoyac y Alseseca, así como de la presa Manuel Ávila Camacho para frenar la contaminación y combatir los efectos de desabasto de agua, para el riego, y el uso humano con proyectos integrales y de manera focalizados.
La captación de agua de lluvia, almacenada en bordos, represas, o lagunas, vendría ayudar en muchos procesos, desarrollados para el campo y las zonas urbanas. Tenemos que observar nuevas estrategias, como la economía circular, cuyo objetivo es el cuidado del medio ambiente, la conservación de los ecosistemas a través del reciclaje.
Allí es donde debemos de aprovechar los talentos de las nuevas generaciones, quienes, con el asesoramiento, pueden plantear planes y programas para el tratamiento del agua para darle usos diferentes al consumo humano.
Quizá también aprovechar la denominada agua rodada que sale de las presas y que hasta en un 40 por ciento se pierde en su proceso de arrastre, o tal vez, buscar mecanismos que nos permitan utilizar el agua de lluvia a través de un sistema de canales como método de captación.
Es decir que estamos en contra de la privatización, y nuestros campesinos pagan 13 mil pesos, para ellos un dineral, en la extracción del agua con energía eléctrica y ahora se busca disminuir los costos por extracción del agua y se invierta en mejoras de producción y consumo.
Lograr esto, es un gran reto para todos, generar una revolución de ideas para aterrizar estos temas que aquejan a la sociedad resulta interesante, pues todos juntos tenemos que generar una revolución de ideas para lograr el objetivo y buscar las formas para disminuir el problema de escasez de agua y ahora resulta aún, mucho más importante ante el asomo de la temporada de sequía o de calores.
Hay que tener en cuenta que los mantos acuíferos están resultando sobre explotados, por empresas dedicadas a la comercialización, o por centros de lavado, o para el teñido de telas entre otros procesos. Esto nos lleva a llamar a los empresarios a buscar asesoría para que esas grandes cantidades de agua que se utilizan y que después se vierten en los afluentes de ríos, sea procesada a través de plantas de tratamiento, lo cual vendría coadyuvar en dos vertientes, una para limpiar ríos, barrancas y presas mientras que, otra, nos llevaría a aprovechar de una manera más amplia del líquido en otros sectores de la producción o el campo.
Esto es parte de un reto que, ha despertado la inquietud de especialistas quienes elaboran propuestas que bien vendría ser analizadas por las autoridades, para contribuir al cuidado del medio ambiente.