Las nuevas generaciones se tienen que ver como al futuro y desarrollo sin menoscabo a su talento, hay que poner especial atención, para aprovechar su creatividad, pasión y determinación con el afán de impulsar su iniciativa emprendedora para crear un entorno empresarial a futuro en beneficio de Puebla y los poblanos.
Hay que observar que en las nuevas generaciones se puede crear un entorno competitivo, con innovación y crecimiento en un ambiente inspirador, en el que los jóvenes adquieran la confianza, pero también la experiencia que en mucho se les exige pero que, pocas veces se les brinda por parte de los empresarios, deteniendo con ello, las ganas de crecer e innovar, así como de explorar nuevos retos.
En Puebla, como en todo el país, se tienen el sueño de empoderar a las micro, pequeña y medianas empresas, con nuevos talentos, dispuestos a abrir nuevos caminos, empleos y hacer de cada una de sus regiones un motor de la economía con la participación de los sectores, que tienen que ver con el desarrollo aprovechando las oportunidades de la era digital y la globalización.
El talento se debe de buscar en las y los egresados de las universidades quienes están en búsqueda de oportunidades y cuyas ideas son frescas para consolidar su profesionalización, y esto nos lleva a reflexionar la necesidad de que las instituciones de educación superior estén estrechamente vinculadas con el sector productivo conformado por más o menos 350 mil micro, medianas y grandes industrias nacionales.
Pero las autoridades laborales deben cuidar que los puntos estratégicos sean aprovechados por talentos nacionales para darle impulso a su creatividad, y evitar que, los jóvenes sean los últimos en la cadena de productividad como pasa en las cadenas extranjeras, en donde, apuestan a sus connacionales antes que otros talentos.
En un mundo globalizado, en el que la presencia de la ciencia y la tecnología, es una prioridad y en donde la industria tiene una tendencia a mecanizarse, se debe de aprovechar a los jóvenes quienes están habituados al uso de tecnología, para convertirlos en capacitadores y hacer una coordinación con los hombres y mujeres de la tercera edad para que haya un intercambio de información y de experiencias.