Encarnar los principios fundamentales de una lucha social es un gran compromiso de transformación que sueñan hombres y mujeres en todo el país, en el cual resaltan los valores de no mentir, no robar y no traicionar, en el que se tiene que impulsar una altura de miras en la que se debe de ponderar que el poder se hizo para servir y no servirse de él.
En Puebla, y en todo el país, hay un grupo de hombre y mujeres que aman al planeta, quienes impulsan ideas sustentables con humanismo y causas para la conservación del medio ambiente, la biodiversidad y apasionados con una transformación en bien de todos.
Este equipo de mujeres y hombres están apostados por impulsar el progreso, el desarrollo y la sustentabilidad; con ellas y ellos, en los próximos días haremos equipo con la convicción de que la unidad y el trabajo son fundamentales para el éxito, en el que habremos de involucrar a los ciudadanos a unirse en este camino hacia un futuro más brillante para Puebla.
En México, es tiempo de hombres y mujeres íntegros, con transparencia e impulsos de nuevos momentos que permitan la transparencia y desechen la corrupción de la vida social, en donde el respeto, la tolerancia y la unidad sean un sello característico para el diálogo y la solución de problemas.
En donde las ideas, no sean de un mundo utópico, y se conviertan en una realidad de servicio, con buen trato y sin protagonismos, en donde el progreso sea un hecho palpable, con causa generando conciencia en el respeto a los derechos de todos y de todas y todes.
La visión de inclusión del humanismo mexicano se fortalece al estar presente en todos los sectores de nuestra sociedad, en el que se fortalecen principio y valores, en las que se anteponen condiciones de un proyecto nacionalista con visión de estado que permita una mejor convivencia, paz y tranquilidad.
Pues si bien es cierto “que con el pueblo todo y sin el pueblo nada”, se parte de la premisa que el Pueblo es quien tiene el verdadero poder de la democracia pues el “pueblo pone y el pueblo quita”.
