A dos años y medio de distancia la lucha por rescatar la soberanía nacional y energética en el manejo, exploración y explotación del litio, hoy se ve coronada con el hecho histórico de contar con un decreto impulsado por el presidente de México Andrés Manuel López Obrador al asegurar más de 234 mil hectáreas de yacimientos en todo el país de este mineral estratégico.
Sin duda, una visión nacionalista y heroica del Ejecutivo federal en beneficio del pueblo de México, al decretar que el Estado es el dueño de este mineral que forma parte de ese gran bagaje de riquezas que tiene nuestro país; reconociendo el impulso además que le dio a esta tarea la secretaria de Energía Rocío Nahle García.
Es importante recordar que en el país se registran 243.8 millones de toneladas de litio, cifra mayor a la de Estados Unidos (179.4 millones) y a la de Reino Unido con 151.94 millones de toneladas.
En Sonora, donde se firmó el Decreto de Nacionalización del Litio, se encuentra el yacimiento más importante y de mayor cantidad de litio en el mundo, con 100 mil hectáreas; a la fecha se encuentran en etapa otros 3 yacimientos que contienen este mineral en los estados de Baja California, San Luis Potosí y Zacatecas; los 2 últimos con 36 mil 679 hectáreas.
En el sexenio de Vicente Fox, se entregaron 15 mil 753 concesiones, con Felipe Calderón, 12 mil 864 concesiones, en el sexenio de Enrique Peña Nieto, 5 mil 396 concesiones y, cuando iniciamos la investigación sobre el litio con el apoyo de Rocío Nahle y de la entonces secretaria de Economía Tatiana Clouthier, se detectaron 31 proyectos registrados, de los cuales la canadiense OrganiMax Nutrient Corp tenía 15 por ciento de las concesiones de salares de potasio y litio que comprenden más de 424 mil hectáreas en Zacatecas, San Luis Potosí y Coahuila.
Con este decreto presidencial se demuestra que la Patria es primero y que como senadores de Morena, apoyamos la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de no aceptar traiciones a la construcción de la soberanía nacional y de construir esta soberanía energética que nos dará, en un futuro, la soberanía financiera para atender las necesidades sociales de las y los mexicanos.