La investidura que tengo como presidente del Senado y ella como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, exige una comunicación institucional como lo establece la Constitución Mexicana.
Es lamentable que se emitan expresiones a título personal, confirmadas en una carta dirigida a la opinión pública, sin dar aún respuesta al oficio formal presentado por un servidor el 17 de mayo del presente año sobre sus dichos.
La justicia para las y los mexicanos debe estar en manos de una autoridad que responda a los intereses del pueblo y no a un criterio personal.