En la era digital, la violencia en línea se ha convertido en una sombría realidad, afectando desproporcionadamente a las mujeres en todo el mundo. Estudios recientes reportan que el 73% de ellas ha estado expuestas o experimentado algún tipo de agresión en la web. Esta cifra alarmante destaca la urgencia de abordar un problema que impacta negativamente su participación en el ciberespacio.

Un aspecto particularmente preocupante es la distribución no consensuada de imágenes íntimas, donde el 90% de las víctimas son mujeres. Esto evidencia una clara dimensión de género en la violencia en línea, un fenómeno que no solo afecta la privacidad de las mujeres, sino que también tiene consecuencias psicológicas y emocionales significativas. Una cadena que afecta severamente su integridad, su dignidad, lo que no puede, ni debe permitirse.

A nivel mundial, el 23% de las mujeres ha sufrido abuso o acoso en línea al menos una vez en sus vidas, alarmantemente 10% de mujeres de 15 años en adelante ha sido víctima de alguna forma de violencia en línea. Lo más preocupante es que una de cada cinco usuarias de Internet reside en países donde estas agresiones a través del ciberespacio rara vez enfrentan consecuencias legales.

La investigación también revela que el 28% de las mujeres que han experimentado violencia basada en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han optado por reducir deliberadamente su presencia en línea. Este fenómeno no solo limita su participación activa en la sociedad digital o en su preparación académica o  personal, sino que también perpetúa la impunidad de los agresores.

En el contexto mexicano, el ciberacoso se ha convertido en una amenaza creciente, afectando a cerca de 9.4 millones de mujeres. Las jóvenes de 18 a 30 años son particularmente vulnerables, siendo el grupo más atacado en los espacios digitales. El 23.9% de la población de 12 años en adelante que utilizó Internet en 2019 fue víctima de ciberacoso, preocupantemente la mayoría de las agresiones provino de personas conocidas.

El ciberacoso se manifiesta de diversas formas, desde insinuaciones sexuales hasta el envío no solicitado de fotos o videos con contenido del mismo tipo. Esta violencia digital no conoce límites educativos, ya que las mujeres enfrentan niveles similares de ciberacoso en diversos ámbitos.

Ante esta preocupante realidad, es imperativo que se fortalezca la protección y defensa de los derechos de las mujeres a través de la legislación, por eso he anunciado que en breve presentaré una iniciativa de reforma en la materia. La Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia debe ser una herramienta fundamental para combatir este flagelo, garantizando la seguridad y mismas oportunidades para todas. Se trata de un llamado a la acción, para los gobiernos y para la sociedad en su conjunto, a fin de lograr un entorno digital más seguro y equitativo.

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2024-01-25T09:19:41-06:00
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